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lunes, 31 de mayo de 2010

España es el sexto país del mundo en coches oficiales

PD

Los 35.000 vehículos que integran el parque móvil nacional nos sitúan ya al mismo nivel que Japón. España acelera. No, no se engañe. Desgraciadamente, no salimos de la crisis. Pero hay algo en lo que si podemos presumir de estar entre los líderes mundiales: somos el sexto país del mundo con más coches oficiales.

El Congreso, los organismos reguladores del Estado, los tribunales de justicia, el Gobierno, los ejecutivos autonómicos, las diputaciones provinciales, los cabildos, los ayuntamientos, las sociedades públicas y, por supuesto, las Fuerzas Armadas.

Todos quieren su coche de empresa. Aunque sea a costa del erario público y el déficit obligue a recortar el sueldo a los funcionarios y congelar el sueldo a los pensionistas.

Tenemos, como revela El Economista -"Sextos del mundo en coches oficiales"- un parque móvil compuesto por nada más y nada menos que 35.000 vehículos. Y no se crean que se trata de un utilitario cualquiera.

El Audi A8, el Volkswagen Phaeton, el Lexus GS-450 y los Mercedes son los modelos preferidos por nuestros políticos.

Más allá de los datos astronómicos de Estados Unidos e Italia, que cuentan con un parque de 861.000 y 629.000 coches cada uno respectivamente; se sitúan por delante de nosotros Francia, con 72.000 vehículos, y el Reino Unido y Alemania, con unos 55.000 cada uno.

Eso sí, España, que aparece a continuación en el ranking, tiene ya tantos como Japón. Y aunque pueda sonar a broma, le siguen de cerca los dos países europeos más golpeados por la recesión: Grecia y Portugal.


FALTA DE TRANSPARENCIA

Lo complicado es saber cuánto se gasta cada uno en el mundo del motor. Pese a estar a la cabeza, el país más transparente en este sentido es Estados Unidos. El coste de mantener su particular concesionario federal ascendía en 2009 hasta los 3.759 millones de dólares.

¿Y en España? Nuestro parque tampoco es precisamente barato. Al contrario de lo que ocurre al otro lado del océano, aquí no hay cifra oficial, pero se estima que sólo el mantenimiento supera los 60 millones de euros anuales.

Y los precios de los vehículos tampoco son precisamente baratos. Van desde un mínimo de 60.000 a 70.000 euros hasta un máximo, en los últimos años, de casi medio millón.

Y sino que se lo pregunten al ex presidente de la Xunta de Galicia, el socialista Emilio Pérez Touriño, que se gastó en plena crisis 480.000 euros en hacer más confortable y seguro su A8.

O al presidente del Parlament de Cataluña, Ernest Benach, que después de invertir 110.000 euros en un modelo similar, con características de limusina, no tuvo bastante e ignorando los recortes de la Generalitat, se gastó otros 20.000 euros más en tunearlo y añadirle escritorio, reposapiés, televisión y MP3.

LA DOBLE VARA DE MEDIR EL TRAFICO

Y todos o casi todos están acostumbrados a circular como si no existierán normas para ellos. El coche oficial en el que viajaba Vara fue pillado el pasado lunes por la Guardia Civil de Tráfico a 170 kilómetros por hora en la Autovía N-V de regreso de Madrid, donde había participado en el pleno del Senado.

El vehículo iba conducido por su chófer, que fue el que explicó a los agentes que en el asiento trasero viajaba el mismísimo presidente de la Junta de Extremadura.

Tras varias llamadas, la Guardia Civil terminó por no sancionarlo. Y cuando se descubrió el pastel, autoridades, asesores y delagados del Gobierno intentaron ocultar el incidente.


DESPILFARRO

En España, la Administración del Estado cuenta con un parque de 1.090 vehículos. De ellos, 431 dependen directamente del Ejecutivo de Zapatero: 191 para altos cargos y el resto, denominados de "incidencias", para ser usados ante desplazamientos concretos. A esta cantidad hay que añadir los coches de la Casa Real.

El número de vehículos por ministerios viene especificado en una respuesta parlamentaria que el Gobierno envió al Congreso en octubre del año pasado ante una pregunta de la diputada del PP Celinda Sánchez.

De acuerdo con la misma, el ministerio con un mayor parque móvil es el de Economía y Hacienda, con 97; seguido de Exteriores, con 46; Industria, con 36, y Medio Ambiente, con 34.

El Congreso de los Diputados dispone de 18 vehículos más: 9 para los miembros de la Mesa de la Cámara Baja, 7 para los portavoces de los grupos y 2 más para incidencias. Pero claro, luego hay que bajar escalafones. Hay 1.200 coches en las autonomías y 27.000 entre el resto de organismos, el Ejército, los ayuntamientos, las diputaciones y otras administraciones locales.

En las autonomías todos los presidentes, consejeros, delegados territoriales, directores generales y secretarios disfrutan de su coche oficial. Galicia es una de las autonomías con mayor parque móvil -352 coches-, pero su lista pública incluye no sólo los 84 vehículos de altos cargos, sino también otros para distintas funciones.

El cálculo global es algo que pocas comunidades tiene controlado. De hecho, recabar ese tipo de datos es prácticamente misión imposible. Entre las más transparentes está Extremadura, que incluso tiene colgada en su página web toda la relación de vehículos, los oficiales, y las ambulancias y coches de bomberos, sumando un total de 2.088 coches.

La buena noticia, al menos, es que algunas están optando por recortar. Cataluña, que dispone de 82 vehículos para altos cargos ha reducido ya su flota un 16 por ciento en los últimos años.

Y en el mismo caso se encontraría la Comunidad de Madrid, que hace apenas unos días redujo sus coches oficiales de 125 a 77, de los cuales 10 son para la presidenta y los consejeros autónomicos, 11 para incidencias y el resto para compartir.

Pero la gran flota de coches oficiales no parece suficiente para las necesidades de los cargos públicos. Y el gasto prolifera a diestro y siniestro.

En Andalucía, por ejemplo, se ha creado una junta paralela constituida por la red de empresas y organismos públicos, en la que trabajan ya 21.000 personas, que no son funcionarios.

El sector público empresarial andaluz está formado por 172 compañías. Y como en los balances no se consideran como pérdidas las ayudas y subvenciones de la Junta de Andalucía, el asunto se complica para conocer las cuentas reales.

Basta un dato: entre 2002 y 2007 las empresas públicas andaluzas recibieron de la Junta 11.523 millones de euros, computables a pérdidas.

Año tras año, el máximo órgano fiscalizador, la Cámara de Cuentas, denuncia el caos en la gestión administrativa de muchas de estas compañías.

Otro ejemplo de despilfarro lo encontramos en Cantabria, donde el PP ha denunciado que tres directores generales del Gobierno de Revilla se gastaron en tres meses 29.800 euros en coches con conductor.

Los populares no entienden el gasto de una partida semejante cuando existe un parque de coches oficiales y es una comunidad tan pequeña, con distancias tan cortas.

Y llama mucho más la atención como con la grave crisis económica, el Gobierno de La Rioja lanza una campaña de atracción turística en la que sortea la concesión de Un año sabático en la tierra con nombre de vino, con un reembolso de un millón para el ganador.

Un poco más al norte, en Bilbao, el pasado miércoles se puso la primera piedra del nuevo Estadio de San Mamés.

Está claro que para el Athletic de Bilbao y para las administraciones vascas el campo equivale a una verdadera catedral, digna de grandes sacrificios, ya que están dispuestos a gastar un presupuesto que supera los 175 millones, en el que los socios del club apenas aportarán unos 50 millones entre fondos y terrenos.

El resto del presupuesto lo aportarán en tandas de 55 millones cada uno, el Gobierno vasco, la Diputación de Vizcaya y la caja de ahorros BBK. El Ayuntamiento de Bilbao también participa pero en una cuantía bastante inferior.

En pleno debate sobre la reducción del número de empresas y organismos públicos, el Gobierno de Murcia presentó anteayer asimismo un nuevo organismo, la Agencia para el Desarrollo de las Industrias Creativas de la Región de Murcia (Adicrea), que según la oposición hace el número 98, entre empresas, fundaciones y organismos autónomos.

El PSOE acusa al Ejecutivo murciano de "centrifugar" el gasto, ya que "en lo que va de legislatura, el gasto en fundaciones y consorcios de la Región ha crecido en más de un 530 por ciento", según la diputada Begoña García Retegui.

Como ejemplo del derroche, Retegui pone el viaje que realizó Valcárcel recientemente a Tinduf (Argelia), "un viaje que, aunque tenga interés político, no justifica el que lleve una corte acompañando al presidente, y para el que se fletó un avión privado que costó casi 60.000 euros".

EMBAJADAS AUTONÓMICAS

Y todo eso por no hablar de las embajadas que están montando muchas autonomías, con Cataluña a la cabeza, que tiene 69 delegaciones en el exterior.

Pese a la austeridad que defiende ahora el Tripartito, lo cierto es que el Ejecutivo de Montilla anunció en marzo la apertura de tres embajadas más en México, Marruecos y Asia, así como la creación de un cuerpo de funcionarios especializados en asuntos exteriores durante cinco años como parte del primer plan de acción exterior, impulsado directamente por el vicepresidente catalán Josep Lluis Carod Rovira.

Este nuevo cuerpo diplomático estará formado por el personal de las distintas consejerías que ya esté especializado en asuntos exteriores, pero también se convocarán plazas específicas para incorporar expertos y crear una "masa crítica de especialistas" en relaciones internacionales.

Según el gobierno catalán, la Generalitat gastó el año pasado 2,2 millones de euros en las delegaciones en el extranjero y ya en marzo anunció que esta cantidad se mantendrá a lo largo de 2010.

Otro despilfarro, al margen de esto y de las 260 empresas públicas catalanas, son los informes que encarga la Generalitat. En 2007 el gobierno tripartito invirtió 32 millones de euros.

Y no son los únicos. En Valencia también se han creado fundaciones públicas de dudosa utilidad en las que apenas trabajan dos o tres personas designadas a dedo. Una de ellas, Gestión y Eficiencia Empresarial, con dos empleadas y dedicada a la elaboración de estudios, quiso desviar recientemente 300.000 euros de la Diputación de Valencia para si misma.

Y sino fuera un asunto tan serio, hay datos que podrían parecer una broma. El presidente éste último organismo, Alfonso Rus, gastó en marzo 7.922 euros en contratar gogós para un concierto de música por el que ya había pagado 200.000 euros. Además, pagó otros 7.000 euros por la barra libre. Despilfarro total.

domingo, 30 de mayo de 2010

Poli bueno, poli malo

Publicado el 28.05.2010 en cajón desastre

Cuando la cuerda se tensa siempre se rompe por el lado más débil. Este dicho popular se puede aplicar a la crisis internacional, que estamos pagando las clases más humildes; pero también explica lo que está sucediendo con el conflicto entre la policía local y el ayuntamiento, donde el pato (el incremento de multas) lo están pagando los ciudadanos. Ahora bien ¿quiénes son los que tensan la cuerda? En un caso está claro: la crisis que sufrimos los de abajo la han provocado los mercados especulativos. ¿Y en el asunto de las multas, son los policías los culpables? Rotundamente no: los trabajadores y trabajadoras que tienen como misión ejercer la autoridad y garantizar el respeto y la seguridad en Dos Hermanas, por mucho que su actuación pudiera ser reprochable, son también víctimas.

En un Estado Democrático y de Derecho, la función de la policía es cumplir y hacer cumplir las leyes. Y los tribunales de justicia, por su parte, tienen la misión de velar por el cumplimiento de lo uno y lo otro. Si los agentes han abusado de su poder en las noches del 18 de mayo y siguientes, el poder judicial está ahí para asegurar nuestros derechos como ciudadanos. Y si lo que han hecho es actuar a la japonesa, sancionando con rigor a quienes verdaderamente estaban incumpliendo las normas de tráfico, también se verá.

Si se ha actuado mal, por tanto, la justicia lo dirá. Obviamente, a nadie le gusta que le pongan una multa, y menos con la que está cayendo. Pero también es cierto que el ayuntamiento que ahora ordena a la policía local que su trabajo "se circunscriba a garantizar la seguridad vial, informar y ayudar a los ciudadanos que lo precisen y auxiliar a la Policía Nacional" y "en materia de multas por estacionamiento, sólo se actúe en los casos que produzcan obstrucción al tráfico", es el mismo que obligó a sus agentes a sancionar sistemáticamente a todos aquellos motoristas que fueran sin casco. ¿Acaso estos motoristas obstruían el tráfico? ¿Acaso no se incrementó espectacularmente entonces el número habitual de sanciones?

Es conocido el hartazgo de muchísimas personas ante la impunidad con que nos saltamos, como conductores, las leyes de circulación vial. No conozco a nadie que no haya criticado alguna vez la laxitud con que se trata a quienes aparcan en doble fila, en los vados, en las plazas reservadas para minusválidos o encima de las aceras y pasos de cebra. Ahora queda en evidencia que esta laxitud no es fruto de la dejadez de funciones de la policía, sino de las instrucciones de sus jefes políticos en el ayuntamiento. Poner multas crea alarma social, y la alarma social se traduce en críticas al gobierno de turno, y las críticas al gobierno son las que quitan votos y hacen perder las elecciones.

Pero estos argumentos, gusten o no, ocultan el verdadero meollo de la cuestión: ¿por qué está pasando lo que está pasando? ¿Cuál es el motivo de la rebelión policial? ¿Se han vuelto majaretas nuestros agentes del orden? ¿Son una panda de niñatos? ¿Son nuestros garantes de la ley y la justicia actores y actrices de una nueva versión de Loca Academia de Policía? No, ni mucho menos.

El gobierno de Toscano está haciendo todo lo posible para que los árboles de las multas oculten a la ciudadanía el bosque de problemas que están sufriendo los trabajadores y trabajadoras de nuestro ayuntamiento desde hace mucho tiempo, los policías y los que no lo son (que, por cierto, ya veremos qué pasa con el resto). Este es el quid de la cuestión. Nuestro alcalde se ha encargado de que nadie sepa por qué está pasando lo que está pasando. ¿Alguien conoce el fondo del asunto? ¿Alguien ha leído una nota de prensa con la opinión de los sindicatos sobre este tema? ¿Alguien sabe que están pidiendo el cumplimiento de lo que consideran sus derechos? ¿Por qué, en una sociedad democrática, se niega a los ciudadanos el derecho a conocer todas las posiciones en un conflicto? Tal vez porque vivamos en una democracia formal, pero no real.

Insisto, por si no ha quedado todavía claro: ignoro si todas las multas se han puesto cumpliendo la ley, pero, con independencia de eso, la policía local de Dos Hermanas tiene todo mi apoyo en sus reivindicaciones. Además, no tengo el menor reparo en afirmar que podemos presumir, pese a la precariedad y las dificultades con que realizan su trabajo, de contar con una inmensa mayoría de excelentes profesionales, bien preparados y aptos para asumir el complicado rol de hacer cumplir el Ordenamiento democrático en nuestro término municipal, que tiene miga y no es poca cosa. Otra cosa distinta es, desde hace mucho tiempo, en manos de quiénes están y de quiénes son los que dirigen su labor.

Y no sólo eso: pienso que la actuación del alcalde de nuestra ciudad ha sido incendiaria y, como representante del pueblo, completamente desafortunada y censurable. Su manera de "tomar cartas en el asunto", en vez de servir para calmar un conflicto, ha servido para echar gasolina en la hoguera. Además de hacer de juez y parte, ha tomado el peor de los caminos: el de utilizar al jurado popular (la ciudadanía) para criminalizar a un colectivo de personas que tienen todo el derecho del mundo a exigir lo que consideran justo. Y en un Estado Democrático como el nuestro, hacer eso es cuestionar los principios básicos y elementales de las personas y poner en peligro la convivencia social. Y si mañana, o pasado, unos ciudadanos cabreados se enfrentan a los agentes de la policía local, será difícil reprocharles que lo hayan hecho porque nuestros gobernantes han decidido calentar el ambiente y poner al pie de los caballos a nuestros agentes de policía.

Cuando un equipo de fútbol no va bien y pierde partidos, lo habitual es que la directiva del club cambie al entrenador. Esa decisión es complicada y a veces equivocada, pero lo que nunca resulta de recibo es que se pida a la afición que se eche encima de los jugadores cuando salten al campo, o que se vaya a los entrenamientos a decirles lo que se merecen. Eso es lo que ha ocurrido aquí, con las declaraciones televisadas de algunos responsables de –no lo olvidemos- un grupo de trabajadores y trabajadoras que velan por nuestra seguridad y que, con razones o sin ellas, han decidido dejarse de paños calientes y han dicho que ya está bien de pagar los platos rotos de una crisis que no han provocado.

Dicho esto, creo, sinceramente, que poner multas no es la solución, que es un error. Pero también creo que, si el equipo no funciona, tal vez el cambio de entrenador contribuya a ganar el próximo partido. Cualquier cosa, menos dar la imagen pública de que el alcalde es el poli bueno y los trabajadores son la encarnación del poli malo. Eso está bien y queda hasta gracioso para las películas de Bud Spencer y Terence Hill, pero en una "ciudad para vivir" resulta cutre y contraproducente. Espero, de todo corazón, que no nos lamentemos por ello.

jueves, 27 de mayo de 2010

Suspenden las multas emitidas por la Policía Local de Dos Hermanas desde el 18 de mayo

No se aplicarán las sanciones hasta que se aclare el aluvión que se ha producido justo tras el anuncio de recorte salarial. En una semana se han impuesto 991 multas, el 25% de las emitidas en 2010.

Las multas emitidas por la Policía Local desde el 18 de mayo se quedan, por ahora, en papel mojado. El alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano (PSOE), firmó ayer un decreto con el que suspende "hasta nueva orden" las denuncias formuladas por los agentes. El decreto justifica la decisión debido a "las circunstancias anómalas que se vienen produciendo en materia de denuncias por infracciones de tráfico".

El Ayuntamiento ya está tramitando un expediente informativo para saber si el aumento de multas pudiera deberse a un abuso de poder de los agentes desde el día 18 de mayo, justo un día después de que se diera a conocer una bajada de salarios del personal motivado por el recorte de fondos del Estado.

El alcalde lleva días recibiendo a ciudadanos quejándose del aluvión de multas que están recibiendo por infracciones de tráfico. Así, en la última junta de gobierno se aprobó investigar la situación mediante un expediente informativo. Sin embargo, Toscano se vio obligado a firmar un nuevo decreto en el que no sólo suspendía estas multas, sino que poco más que llamaba al orden a los policías locales.

En el decreto se expone parte de la investigación de la concejalía de la Policía Local. Ahí se explica que en 2009 se impusieron 7.127 multas, un promedio de 19,52 sanciones diarias. Desde el 1 de enero al 18 de mayo se pusieron en Dos Hermanas 4.019 sanciones de tráfico, lo que supone un promedio de 22,02 multas diarias. Sin embargo, es sorprendente que desde el 18 hasta el 25 de mayo la Policía ha puesto 991 multas, con un promedio de casi 124 diarias.

Según ha podido saber este periódico, la investigación gira en torno a una docena de policías, cuya media de sanciones se ha disparado: de las 3,2 multas diarias de 2009 o las 3,4 de lo que va de 2010 han pasado a 63 en la extraña semana que se está investigando.

Algunas de estas sanciones de tráfico son curiosas, ya que se imponen por estacionar un vehículo que sobrepasaba cinco centímetros la línea amarilla o por obstaculizaba con el coche el acceso a una calle cuando, en realidad, es peatonal y no había necesidad de introducir en ella coches.

El segundo punto del decreto profundiza más en el funcionamiento interno, ya que el alcalde reitera la facultad del concejal de Policía Local, José Román, para "fijar órdenes que serán de estricto cumplimiento por parte de la plantilla", según reza el decreto. Este punto se hace para evitar, como se sospecha en el Consistorio, que varios agentes hayan desobedecido las directrices de la autoridad, puesto que tras el decreto del pasado viernes, en el que se abrió el expediente informativo a un grupo muy reducido de agentes, han continuado con el número excesivo de sanciones.

El portavoz del equipo de gobierno municipal (PSOE), Agustín Morón, aclaró que el hecho de que suspendan esas multas "no quiere decir que no se vayan a aplicar finalmente", sino que lo van a investigar para ver qué ha ocurrido. "De momento no sabemos si ha habido abuso de poder; si lo hay trasladaremos a la Fiscalía lo que sepamos", dijo.

Fuente:Elcorreoweb.com JUEVES 27 DE MAYO DE 2010

lunes, 24 de mayo de 2010

Reforma de la Ley de Trafico

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